La tartamudez en los niños pequeños y en edad preescolar

LA TARTAMUDEZ EN NIÑ@S PEQUEÑOS Y EN EDAD PREESCOLAR

¿QUÉ ES LA TARTAMUDEZ?

Una de las alteraciones del lenguaje no poco frecuente es la tartamudez. Se trata de una alteración del habla que puede aparecer la infancia y que se caracteriza por interrupciones o bloqueos, repetición y/o prolongación de los fonemas o sonidos de una sílaba o palabra. Puede afectar también al tono de voz y la respiración. La persona sabe lo que quiere decir, sin embargo, muestran dificultades para hacerlo de forma continuada.

La American Psychiatric Association, la define como “una alteración en la fluidez normal y el patrón de tiempo del habla, caracterizada por la presencia de disfluencias que interfieren con el desempeño académico u ocupacional o con la comunicación social”.

El habla se produce por la coordinación de una serie de movimientos precisos que se combinan con la respiración. En ello intervienen las estructuras encargadas de la fonación (las cuerdas vocales) y la articulación orofacial (lengua, labios, garganta y paladar). El cerebro controla los movimientos de todas estas estructuras y músculos. Y, por si fuera poco, el sentido del oído y el tacto supervisan todos esos movimientos.

El lenguaje tiene sus fases y los primeros años son fundamentales, observarlo puede darnos mucha información sobre el desarrollo tanto por precocidad, como por posibles dificultades que pueden presentarse, ya sea a nivel del habla o la lectoescritura.

¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?

Se han desarrollado múltiples investigaciones en torno a la tartamudez, si bien, la causa de esta dificultad en la fluidez y continuidad del lenguaje, aún no está bien definida; los estudios no logran certificar una razón clara.

Lo más posible es que se deba a un conjunto de factores entre los que se pueden encontrar:

  • La genética (han identificado cuatro diferentes genes que tienen mutaciones asociadas con el tartamudeo).
  • Anomalías en la maduración o control motor del habla a nivel de coordinación para producir los sonidos (trastorno en la programación fonológica o tartamudeo del desarrollo). Cuando esto ocurre, las habilidades del habla no pueden cubrir las demandas verbales del niño y se produce el tartamudeo. Los estudios recientes de imágenes del cerebro han mostrado diferencias consistentes entre los que tartamudean en comparación con sus semejantes que no lo hacen y han visto que existen diferencias en la lateralización del lenguaje. En los niños que hablan con fluidez se produce una mayor lateralización del habla hacia el hemisferio derecho, mientras que en los pequeños que sufren tartamudez predomina la lateralización izquierda.
  • Problemas emocionales (autoestima, contexto de crianza, estrés…). En este último caso hablaríamos de tartamudez psicogénica. La tartamudez en los niños pequeños puede ser, asimismo, causa de una lesión cerebral sobrevenida por un traumatismo o accidente cerebrovascular. En este caso hablaríamos de tartamudez neurógena. se ha descubierto que una educación demasiado exigente o una actitud negativa de las personas que rodean al niño pueden agravar sus problemas de lenguaje.

¿CUÁLES SON LAS SEÑALES O SIGNOS DE TARTAMUDEZ EN NIÑ@S PEQUEÑOS?

Resulta habitual que los niños de 2 a 6 años tengan discontinuidad en la fluidez; están aprendiendo aún a organizar las palabras y estructuras gramaticales. Es frecuente que se den episodios de tartamudeo durante el desarrollo de sus patrones motrices, cuando sus circuitos neuronales aún no se han desarrollado lo suficiente para coordinarse correctamente y a tiempo. Así, la tartamudez puede aparecer en niños de estas edades de forma natural, como un paso más hacia el aprendizaje del habla y las habilidades del lenguaje.

Entre un 5 y un 10% de los niños tartamudearán durante alguna etapa de su vida. Algo que puede durar desde algunas semanas hasta varios años, si bien, la mayoría de niños pequeños (≈75%) lo superan en poco tiempo y el problema desaparece de forma espontánea. No obstante, a veces se cronifica y pasa a ser un trastorno que puede persistir incluso hasta la vida adulta.

Debemos permanecer atentos a las siguientes señales de tartamudez:

  • Dificultades a la hora de comenzar a decir una palabra o frase/oración.
  • Prologa un o varios sonidos de la palabra o la palabra en sí misma (ssssi).
  • Se traba o repite un sonido de la palabra o palabra completa (q-q-q-que).
  • Realiza pausas antes de ciertas sílabas (separando de forma innecesaria la palabra en sí); o silencios notables entre palabras.
  • Usa coletillas o adiciones para intentar conectar las partes del mensaje (¿no?, eh…) o por dificultad para continuar la expresión.
  • Muestra gestos, temblor o tensión en la cara o parte superior del cuerpo al trabarse o pronunciar ciertas sílabas o palabras.
  • Ansiedad o introversión a la hora de hablar
  • Poca eficiencia de comunicación
  • Habla bloqueada o detenida, la abre para hablar, si bien, no dice nada.

El tartamudeo no es un tic, aunque puede ir acompañado de parpadeos, espasmos o temblor orofacial, movimientos de la cabeza o tensión en los puños (los cierra). Ello se debe al aumento de la tensión muscular que les genera el esfuerzo que realizan en la articulación del habla.

No tienen porqué producirse de forma homogénea, su intensidad y frecuencia puede variar a lo largo del día o la situación de comunicación. Cuando influyen en el contexto factores emocionales como la ansiedad, la presión o el cansancio, las manifestaciones de la tartamudez son más pronunciadas, y/o aumentan. Por otro lado, al cantar, hablar consigo mism@ o hablar al unísono con otras personas, disminuyen o incluso desaparecen.

Debido a la función social de la comunicación, el tartamudeo influye en las relaciones interpersonales y por ende en la calidad de vida de la persona. Puede modular la personalidad y el autoconcepto de forma negativa, de modo que la persona tenga sentimientos de rechazo o retraimiento social, problemas de autoestima e incluso dificultades a nivel laboral.

¿CUÁL ES SU PRONÓSTICO?

Dependiendo de ciertos factores podemos establecer más o menos la dirección del pronóstico y diferenciar entre una dificultad transitoria en la fluidez y la tartamudez.

MÁS PROBABILIDAD DE DIFICULTAD TRANSITORIAMÁS PROBABILIDAD DE TARTAMUDEZ
Repite frases o palabras enterasRepite sonidos o sílabas
Usa muletillasProlonga mucho los sonidos
No manifiesta otras dificultades del habla ni esfuerzo físico al hablarSe asocia a movimientos corporales, tensión muscular o espasmos
No muestra preocupación o frustraciónSe muestra reacio o se frustra al hablar
No hay antecedentes familiaresHay antecedentes familiares
Dura menos de 6 mesesDura más de 6 meses
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¿CUÁNDO DEBO PREOCUPARME?

Se considera que la tartamudez propia del desarrollo comienza a agravarse y necesita de intervención cuando en lugar de repetir una sílaba una o dos veces, la repetición se produce hasta cuatro o cinco veces, o bien si el alargamiento de los sonidos es demasiado largo o se le añaden gestos o movimientos en la cara y/o el cuerpo por el esfuerzo que le supone.

Puede ser que el tartamudeo no sea tan evidente, pero si el niñ@ comienza a ser consciente de que no puede hablar con fluidez y hace mella en su estado anímico y en las relaciones sociales, igualmente se debe de hacer una intervención para que esa inseguridad no se cronifique e inicie un círculo vicio que se retroalimente agravando las trabas lingüísticas y la autoestima bidireccionalmente.

Prestarle demasiada atención o corregir constantemente, puede ser tan perjudicial como dejar sin intervención una dificultad que puede cronificarse y convertirse en una dificultad persistente. De modo que, dentro de que debamos tomarlo con la debida cautela, no está de más, consultar y asesorarse con un especialista.

En resumen, debemos acudir a un especialista si:

  • Dura más de seis meses
  • Se vuelve más frecuente o continúa a medida que el niño crece
  • Ocurre simultáneamente con otro problema del habla o del lenguaje
  • Ocurre con tensión muscular o dificultad perceptible del habla
  • Afecta la capacidad de comunicarse eficazmente en la escuela, en el trabajo o en las interacciones sociales
  • Causa ansiedad o problemas emocionales como miedo o rechazo de situaciones en las que se deba hablar

¿CÓMO Y QUIÉN LO DIAGNÓSTICA?

El diagnóstico debe llevarse a cabo por profesional de salud facultado para la evaluación y tratamiento de los trastornos de la voz, del habla y el lenguaje, es decir, un/una logopeda. Para diagnosticar este tipo de patologías el/la logopeda observa el habla del niñ@ o del adulto en distintos tipos de situaciones para determinar su casuística, impacto, evolución y necesidad o no de tratamiento. Establecerá en cada caso el más adecuado. La tartamudez, tratada por un especialista, se puede corregir, si no en su totalidad, sí en gran medida.

logopeda en tartamudeo en niños

¿CÓMO SE TRATA EL TARTAMUDEO?

Actualmente no existe una cura determinada para tratar la tartamudez, pero sí se establecen una serie de tratamientos que contribuyen a disminuir e incluso eliminar su producción. El tratamiento dependerá de cada persona. Lo que está claro es que un tratamiento precoz en la edad preescolar, es fundamental para un mejor pronóstico. Después de los 7 años es poco probable que la tartamudez pueda desaparecer por sí sola.

En el caso de los niñ@s, un tratamiento a tiempo puede evitar que el tartamudeo del desarrollo pase a ser un problema de por vida. Diversas estrategias consiguen ayudar a los niñ@s a mejorar su fluidez en el habla, sin olvidar el trabajo sobre su actitud frente a la acción comunicativa y la autoestima. También se les dan pautas a los padres para apoyar el avance y reforzar el tratamiento que se hace durante la terapia. Lo principal es hacerlo desde el juego, sin forzar ni exigir.

El trabajo de la terapia se basa en minimizar la presencia del tartamudeo. Para ello, se les enseña a modular el habla y a ajustar la respiración para facilitar la fluidez. Se trabaja asimismo a nivel de control del nerviosismo que puede sobrevenir de enfrentarse a situaciones comunicativas a nivel social y de la autoestima que genera este tipo de trastorno.

Se está experimentando con determinados aparatos electrónicos que pueden ayudar en algunos casos a mejorar y controlar la fluidez. Este aparato es parecido a un audífono que genera una imitación de la voz con cierto retardo, lo cual crea una interferencia que obliga a disminuir la velocidad del habla. Esto parece mejorar la patología, no obstante, se hace necesario investigar más acerca de sus efectos, la duración de los mismos y la efectividad de su aplicación en situaciones cotidianas.

No existe medicación que trate la tartamudez ni se recomienda. Sin embargo, en ocasiones se han usado algunos medicamentos aprobados para otros problemas como la epilepsia, la ansiedad o la depresión. Estos medicamentos a menudo tienen efectos secundarios y no es recomendable usarlos a largo plazo.

Algunas personas optan también por acudir, en paralelo al tratamiento con el logopeda, a grupos de autoayuda. Estos proporcionan orientación para encontrar recursos, y apoyo para afrontar los desafíos del tartamudeo.

¿QUÉ PUEDEN HACER LAS MAMÁS Y PAPÁS PARA AYUDAR A SUS HIJ@S?

Los papás y mamás pueden hacer mucho para ayudar a sus hij@s con la tartamudez. Siempre actúan quieren lo mejor, sin embargo, por desconocimiento pueden caer en errores que no ayudan en el caso de la tartamudez. Estos son algunos consejos a tener en cuenta e ideas que pueden poner en práctica:

  • Ofrecer un ambiente relajado en casa y oportunidades para hablar dándole su tiempo y espacio para organizar sus ideas y palabras.
  • Escuchar lo que tiene que decir con atención centrándose en el mensaje y no en cómo lo dice.
  • Cuidar la forma en que nos comunicamos, no preguntarle en exceso y reformular las preguntas a modo de comentarios. Esto reduce la sensación de obligación a responder y quita presión sobre la respuesta; por ejemplo, en lugar de preguntarle “cómo lo ha pasado en el parque”, podemos decirle… “parece que te has divertido mucho en el parque…”.
  • Evitar interrumpirle, terminarle las frases o corregirle directamente.
  • Mostrarse como ejemplo de habla pausada y sin prisa; en vez de pedirle que hablen más despacio o no se agobie.
  • No esconder el tema como si fuera algo malo, restarle importancia y darle a entender que nos podemos comunicar con éxito a pesar de ello.
  • Hacerle ver su valía como un conjunto de todas las facetas.
  • Comunicarlo y coordinar la actuación con el colegio y los compañeros de clase.
  • Asesorarse por un buen profesional de la logopedia.

Reservar un ratito al día de calidad para jugar con los peques tiene una repercusión muy positiva en todos los casos. He aquí algunas recomendaciones de juegos y actividades que podemos hacer en casa para tratar la tartamudez en niños pequeños y en edad preescolar:

  • ¿Contamos un cuento?: Contaremos un cuento muy despacito, con pausas y sonidos lentos (podemos llamarlo “lenguaje balleno”). Después tendrá que contarlo el de la misma forma. Puede ser el mismo cuento u otro. [Recordemos que será necesario disponer un tiempo amplio y las menos interrupciones posibles].
  • La burla: Se trata de un juego de imitación, donde enmascararemos movimientos y gestos con el lenguaje. La interpretación y los temas son libres, mejor cuanto más le motive (sin alterarse ni olvidar que el objetivo es trabajar la velocidad en el habla).
  • El desvío: Este juego puede ser variado y aleatorio, se trata de jugar a algo que centre su atención en un aspecto distinto al lenguaje para que la comunicación se ralentice. Puede ser por ejemplo la manipulación de masas tipo plastilina, la realización de un masaje, adivinar qué estás dibujando en su mano… Mientras se realiza la actividad iniciaremos el diálogo sobre un tema o sobre nuestro día y le brindaremos la oportunidad de que dé su opinión o cuente también su día o experiencia.
  • Leer: Compartir lecturas, puede ser por turnos.

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