30 palabras que los niños deben de saber a los 2 años

30 PALABRAS QUE LOS NIÑ@S DEBEN SABER A LOS DOS AÑOS

El lenguaje es clave por se la base de la comunicación del ser humano. Es un proceso complejo y fascinante que comienza su desarrollo desde que el bebé nace, nos escucha hablar y ve cómo interactuamos. Que presencie y participe de estos actos es primordial para el desarrollo lingüístico, aunque no entienda aún el sentido y el significado de las palabras. Su adquisición se divide en dos etapas:

La primera etapa va desde el nacimiento hasta las primeras palabras que inician la etapa lingüística entre el año y el año y medio. Si bien se entiende que la etapa prelingüística es de los 0 a los 2 años.

ETAPA PRELINGÜÍSTICA

Durante la etapa prelingüística, los niños exploran y desarrollan habilidades comunicativas básicas antes de comenzar a hablar. En el caso de niños con altas capacidades intelectuales, esta fase puede caracterizarse por una mayor sensibilidad y una rápida asimilación de patrones lingüísticos y conceptos abstractos, lo que puede influir en la aceleración del desarrollo del lenguaje y la comunicación. La estimulación adecuada durante esta etapa puede potenciar aún más sus habilidades lingüísticas y cognitivas únicas.

Desde los primeros días y meses es muy importante ir observando si el bebé tiene buen agarre al pecho o al biberón (para detectar problemas de frenillo, por ejemplo) y buena audición, es decir, reacción ante los sonidos. Su correcta anatomía es fundamental para el posterior desarrollo.

cuantas palabras tiene que saber un niño

Entre los 4 y 6 meses balbuceará sonidos o vocales. Habrá que estar atento a que haya una pequeña comprensión del entorno, ver que reacciona si decimos que viene papá o que si quiere un juguete. Observar que hay respuesta oral y facial del bebe en respuesta a nuestra expresión.

Entre los 6 y 8 meses ya expresa en sus balbuceos algún tipo de sonido similar al de una consonante. También puede subir y bajar su entonación. La última etapa del balbuceo es muy importante por la intención comunicativa; el bebé ha de mostrar, con gestos y sonidos, sus intereses. Sin ese vínculo y comunicación previa difícilmente se despierta el lenguaje.

Entre los 9 y los 12 meses aparecen las primeras palabras que suelen ser sílabas duplicadas. Suele ser el momento de ese tan especial primer mamá o papá. Estaremos atentos en esta fase a los gestos que acompañan las palabras. 

Hacia los 18 meses está en una etapa deíctica en la que señala lo que quiere o le llama la atención, cosas a las que debemos poner nombre. Suele emplear el SI y el NO, algún verbo o adjetivo… Si a los 18 meses aún no ha dicho sus primeras palabras, debemos estar atentos, aunque sin necesidad de alarmarse. Esta etapa se puede alargar hasta los 20 o 24 meses en los que se puede producir algún tipo de tartamudeo al hablar, algo relativamente normal a esa edad, así pues, aunque hemos de estar atentos, démosle un poco de tiempo para hacerse con el control lingüístico.

¿CUÁNTAS PALABRAS DEBEN SABER LOS NIÑ@S DE 2 AÑOS?

Entre los 12 y 18 meses su vocabulario consta de unas 10 o 20 palabras relacionadas con sus necesidades más primarias como mamá, papá, bibi, tete, aba o alguno de sus juguetes. Estas palabras dependerán mucho de lo que escuchen e interactúen con su entorno, del vínculo y de la frecuencia en que se produzcan. El contexto y la repetición es clave.

Las palabras se irán multiplicando de forma que a los dos años se espera que lleguen a conocer y pronunciar alrededor de 50 palabras que combinarán en enunciados simples. Estas ya serán más diversas, aunque siempre relacionadas con sus intereses. En su mayoría se referirán a personas (nene, abuela, tito…), alimentos (leche, galletas, pan, agua…), partes del cuerpo (cabeza, mano, pie, ojo, nariz, boca…), juguetes, objetos de la casa (vaso, cuna, peine, luz…), ropa (zapatos, gorro, vestido…), y algún elemento externo (sol, perro, calle…). También puede emplear verbos o adjetivos (jugar, llorar, tirar, correr, abrir, caliente, frio, bonito, grande…); puede conocer algunas palabras sobre la posición de un objeto (aquí, arriba…) e incluso conceptos abstractos basados en sentimientos como contento o triste.

Estas palabras puede combinarlas para expresar peticiones o ideas del tipo “quiero agua” o “mira perro”. Aún falta un poco para utilizar el lenguaje correctamente con todos sus elementos, sin embargo, se advierte un uso intencional y comprensivo de la realidad que designa y de la influencia de su uso sobre los demás. 

ETAPA LINGÜÍSTICA

Esta etapa suele ir de los 2 a los 4 años. Ahora que han descubierto que pueden usar palabras para nombrar la realidad se abre una nueva e interesante etapa en la que van a aumentar su vocabulario. También comienza a relacionarse con más personas que le brindan más oportunidades de emplear el lenguaje como herramienta de interacción. Ahora su uso es una necesidad mayor. No sólo aumentará la cantidad de palabras sino la construcción sintáctica.

Aunque saben bastantes palabras no siempre las expresan en coordinación. Aproximadamente con 20 meses ya deberían juntan dos palabras y hacia los 30 meses tres, formando frases simples. Si entre los 24 y 30 meses sólo dicen tres o cuatro palabras debemos indagar si ocurre algo. 

Entre los 2 y los 4 años ya tienen un vocabulario de unas 200 o 300 palabras y son capaces de comunicarse de forma efectiva con los demás. Se inicia la etapa de los porqués y tienen más curiosidad por conocer el significado de las cosas y las palabras. Aprovecharemos esa inquietud para explicarle el entorno y darle vocabulario y razonamientos. Debería comenzar a expresarse con cierta fluidez, hacer preguntas, expresar sentimientos y relacionarse, aunque aún no pronuncie bien ciertos fonemas. Es un buen momento también para iniciarle en la lectoescritura.

Hacia los 5 años, se espera que ya tenga todo el repertorio de sonidos. En caso de aún le cueste articular o pronunciar algún fonema, podéis acudir al logopeda para que haga una valoración de la causa y/o determinar si existe algún problema en el que sea necesario intervenir. Para corregir un problema o dificultad, cuanto antes mejor, así evitamos que se cronifique o le afecte socialmente.

Alrededor de esta edad aparece un importante hito, la interiorización del habla. Piensan usando el lenguaje interno y mantienen conversaciones ficticias durante el juego. Y de ahí en adelante se convierte además en una fuente de autorregulación. Por supuesto, seguirá ganando en vocabulario, sintaxis, gramática y complejidad en la formulación de sus expresiones.

Como siempre en desarrollo recordemos que son etapas generales orientativas, que cada niño es único y tiene su ritmo de aprendizaje. Procuremos no comparar y estimular siempre respetando sus tiempos. Y no debemos preocuparnos en demasía si se alarga un poco su desarrollo lingüístico. A veces tienen el vocabulario y saben usar el lenguaje, pero no lo muestran… o parecen estancados y de repente despegan. Ante la duda, consulta siempre a un especialista en el desarrollo del lenguaje infantil.  

¿CUÁNTAS PALABRAS DEBEN SABER LOS NIÑ@S DE 3 AÑOS?

La cantidad de palabras que un niño debe saber está relacionada con su desarrollo lingüístico y comunicativo. En el contexto de la tartamudez en niños pequeños y en edad preescolar, el dominio de un vocabulario básico es importante para la expresión fluida del habla.

El crecimiento del vocabulario de vuelve exponencial, a esta edad pueden llegar a conocer entre 500 y 1000 palabras sobre muchas más categorías. Aunque las frases y oraciones siguen siendo bastante simples, el lenguaje se vuelve más preciso y descriptivo. Entre otras palabras, incorporan pronombres personales, posesivos, artículos y preposiciones que le dan mayor cohesión a sus expresiones.

El léxico seguirá creciendo y perfeccionándose. A partir de entonces será difícil calcular cuántas palabras conocen; lo que sí se podrá observar es la mejora en la calidad de sus expresiones que serán en oraciones más largas y elaboradas.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE ESTIMULAR EL LENGUAJE?

  • Es una herramienta para pensar.
  • Facilita la comprensión y resolución de problemas
  • Está estrechamente ligado al desarrollo cognitivo.
  • Contribuye al desarrollo de la inteligencia.
  • Ayuda a entender las emociones.
  • Es un instrumento fundamental para las relaciones sociales y para el desarrollo afectivo social.

¿CÓMO PODEMOS ESTIMULAR EL LENGUAJE?

En la etapa prelingüística

  • Háblale, háblale mucho. Explícale cada cosa y proceso de forma clara y pausada, aunque no lo entienda.
  • Usa su nombre con frecuencia, introduce su persona en las conversaciones e interacciones familiares, aunque no participe.
  • Cántale o ponle canciones.
  • Cuéntale cuentos, invítale a que diga que ve, que relacione los dibujos.
  • Cuando señale o le interese algo, remárcale el nombre del objeto. Muéstraselo e intenta que reaccione y entonces dáselo para reforzar.
  • Es bueno que le mostremos diferentes tonos y modulaciones de la voz, pero no es necesario hablarles todo el tiempo como a bebés.

Maticemos un poco este último punto. Solemos hablarles a los bebés con voz aguda, con diminutivos y exagerando la entonación. Este tipo de habla nos ayuda a captar su atención, sin embargo, no debe mantenerse en el tiempo, sobre todo de cara a los 18 meses cuando se produce la explosión del lenguaje. Recordemos que aprendemos principalmente por imitación, y puesto que no es así como nos comunicamos normalmente, no es un ejemplo adecuado. Para captar la atención a partir del año, podemos usar la mirada, y gestos o expresiones faciales que ayuden en la comprensión del mensaje. Otro tópico es repetir y usar sus palabras incorrectas porque nos despiertan ternura o nos parecen graciosas. Tampoco debemos hacerlo para no fomentar un uso erróneo del lenguaje.

En la etapa lingüística

  • Procura ser consciente de que eres un ejemplo de comunicación, recordemos que sobre todo aprenden por imitación.
  • Conversa con él/ella, cuéntale cosas del día a día, canta canciones, comparte la lectura de cuento haciéndole partícipe e invitándole a anticiparse a la historia u opinar sobre lo que ocurre…
  • Pregúntale cosas y espera que responda… déjale que hable mostrándole interés.
  • Involúcrale en las conversaciones.
  • Corrígele de forma constructiva cuando cometa algún error. No debe hacerse continuamente o diciéndole que así no, simplemente repetimos la palabra o expresión en su forma correcta.
  • Repite sus enunciados y amplia la información.
  • Pídele que te haga aclaraciones sobre algunas cosas.
  • Provoca que haga preguntas y inicia ciertos debates sobre temas diversos.
  • Inventar o participar en teatros, jugar a imitar o promover juegos de roles.
  • Fomenta la lectoescritura.

¿CUÁNDO DEBO PREOCUPARME?

Algunas señales de que algo no va como debería y a las que debemos prestar atención son:

  • De 0 a 3 meses:
    • Tiene dificultades para mamar.
    • No muestra respuesta ante un sonido.
    • No se tranquiliza con la voz de mamá.

  • De 3 a 6 meses:
    • No emite sonidos o balbuceos.
    • No busca la fuente del sonido o se altera ante un ruido brusco.
    • Contacto visual y sonrisa social pobre o inexistente.

  • De 6 a 9 meses:
    • No imita gestos.
    • No emite sonidos para llamar la atención.

  • De 9 a 12 meses:
    • Parece no comprender palabras de uso común (agua, mano…)
    • No responde a su nombre o cuando le nombran a papá o a mamá.
    • No hay intención aparente de comunicarse.
    • No balbucea.
    • No imita gestos o acciones (palmadas, tirar besos…)
    • No realiza gestos intencionales o comunicativos como señalar o despedirse con la mano.
    • No dirige la mirada hacia donde señalamos.
    • No expresa palabras con significado.

  • Sobre los 18 meses:
    • Muestra dificultad para comprender el “No” u órdenes sencillas tipo “ven aquí” o “dame la pelota”.
    • Dice menos de 5-8 palabras.
    • Sigue sin imitar sonidos o gestos
    • No busca interactuar en el juego.

  • Sobre los 24 meses:
    • No dice su nombre
    • Su vocabulario es inferior a unas 20-30 palabras.
    • No combina un mínimo de 2 palabras.
    • Su lenguaje es incomprensible
    • Repite palabras o frases sin significado.
    • Su juego es restringido y repetitivo.
    • No señala partes del cuerpo.
    • No tienen interés por la comunicación o la interacción social.

  • Sobre los 3 años:
    • La mayoría de las veces, no se le entiende bien.
    • No combina un mínimo de 3 palabras en una frase.
    • No usa verbos.
    • No comprende si le damos varias órdenes juntas.
    • No tiene interés por iniciar una conversación ni realiza preguntas.

  • Sobre los 4 o 5 años:
    • Habla poco o no habla.
    • No pronuncia o no pronuncia bien algunos sonidos.
    • Su vocabulario es muy reducido.
    • Le cuesta comprender enunciados largos o complejos.
    • Le resulta difícil entender las normas
    • No entiendo el significado abstracto.
    • Tiene dificultad para contar hechos o historias que le han ocurrido y omite artículos, verbos o nexos.

  • Sobre los 5 o 6 años:
    • No se entiende bien los que dicen.
    • Tiene problemas con la articulación de las palabras
    • Comienza a tartamudear.
    • Tiene dificultades en el uso del lenguaje, le cuesta describir objetos y no usa oraciones complejas.
    • Dificultades para comprender algunos conceptos sobre qué, quién, dónde, por qué o elementos preposicionales.
    • Problemas para mantener la atención.

Ante alguna de estas dificultades o cualquier duda sobre el desarrollo no debemos dudar en consultar al pediatra o a un especialista.

TRASTORNOS DEL LENGUAJE

Si se presentan uno o varios de los signos anteriores deberemos indagar acerca de las causas. Existen múltiples dificultades en el desarrollo del lenguaje, si bien ser pueden clasificar de forma general en tres grupos o categorías:

  • Problemas en el habla: cuando no hablan bien pueden deberse a problemas en la pronunciación que pueden denominarse, disartria, dislalias, apraxia del habla infantil, disglosias, disfemia, trastorno de la entonación, disfonía.
  • Niñ@s que tardan en hablar:  en estos casos puede tratarse de un retraso simple del lenguaje, trastorno específico del desarrollo del lenguaje, trastorno de la comunicación social, retraso global del desarrollo, discapacidad cognitiva, trastorno del espectro autista (TEA), o carencias socioafectivas.
  • El lenguaje ya está adquirido, pero dejan de hablar: este tipo de problemas tiene una índole diferente y puede deberse a una afasia adquirida, mutismo selectivo, afasia progresiva con deterioro neurológico.

Según la estadística, entre un 10 y un 14% de l@s niñ@s tendrán alguna dificultad en el desarrollo del lenguaje. Debemos estar alerta dado que, si el lenguaje se inicia de forma tardía, existe un 42% de probabilidad de que se convierta en un trastorno permanente. La detección temprana por parte del logopeda o el especialista, es pues primordial.

Si bien un diagnóstico fundamentado, no debe hacerse antes de los tres años, esperar para hacer las primeras valoraciones, nos hace correr el riesgo de perder un tiempo valiosísimo, ya que el lenguaje es una habilidad sujeta a un periodo sensible del desarrollo. Si necesitas orientación en este ámbito, no dudes en contactar con nosotros. En Neurolucion & Harmony realizamos un diagnóstico personalizado para ayudarte a detectar este tipo de dificultades y te ofrecemos orientación si fuera necesario. 

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